La fidelidad en la reproducción del color es primordial en cualquier trabajo de impresión. Aunque pueda parecer un detalle, éste puede influir en muchos aspectos de resultados, como las ventas o el reconocimiento de tu marca. De este modo, el color se debe gestionar con la imprenta que imprimirá tu producto, y una forma de hacerlo es solicitando las pruebas de color.
Son muchos los factores que hacen que los colores que vemos en la pantalla no coincidan con el resultado impreso. El motivo principal es que los monitores utilizan colores aditivos (el espacio de color RGB) para dotar de color a los píxels que forman la pantalla, mientras que el resultado impreso se consigue mediante colores sustractivos (espacio de color CMYK).
Tipos de pruebas y test de color
Pruebas de color digitales: Una prueba de color en el plano digital es una impresión a partir de un archivo, que se realiza a través de una impresora digital. Se lleva a cabo las pruebas sobre papeles especiales estandarizados, o bien sobre el papel real del tiraje. Actualmente los test de color digitales pueden realizarse gracias a diversas tecnologías en una imprenta, siendo las más importantes la tecnología láser y la de inyección de tinta.
Pruebas de prensa: Las pruebas de prensa o también llamado visto bueno en máquina, es la revisión del color durante el proceso de impresión (posterior a la prueba de color que se hace previamente en máquinas digitales). Si bien, no es conveniente detener la máquina para hacer ajustes porque el costo es muy alto, es una instancia muy valiosa para regular las cargas de tinta durante el proceso de impresión, lo que permite acercarse lo más posible a lo que se espera en el resultado final.
Ahora que sabes la importancia de realizar una prueba de color con la imprenta antes de imprimir tu proyecto gráfico, te invitamos a cotizar tu idea con nosotros, en A Impresores nos dedicamos exclusivamente a cada proyecto, para que los resultados finales sean los esperados.