Actualmente, Chile representa el 0,02% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial. Esto gracias a todas las industrias que operan en el territorio, además de la población y sus hábitos de consumo.
Una de ellas es la industria gráfica, que lleva varios años aportando su granito de arena, por medio de iniciativas sustentables que buscan mitigar los efectos del cambio climático, tanto en sus procesos de producción como en sus productos.
La huella de carbono es una medida para cuantificar y generar un indicador del impacto que una actividad o proceso tiene sobre el cambio climático. Se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos, eventos o regiones geográficas, en términos de CO2 equivalentes.
Para gestionar la huella de carbono existen planes de mitigación, que buscan evitar o disminuir las emisiones de GEI a la atmósfera, por medio proyectos de eficiencia energética, cambio de hábitos, reducción en consumo de combustible e insumos, mejoras en la logística, gestión de los residuos y más.
A Impresores, como gran parte de la industria gráfica del país, trabajan continuamente para implementar y mejorar medidas que mitiguen los efectos en el cambio climático. Algunas de estas medidas son los Acuerdos de Producción Limpia (APL), las certificaciones como PEFC, el reconocimiento de Impresión Sustentable de parte de ASIMPRES, entre otros.
Ser parte de estos acuerdos y contar con certificaciones y reconocimientos, son parte de las acciones que se han establecido para combatir el cambio climático y el efecto que la industria gráfica tiene sobre éste. Aunque su aporte es muy valioso para enfrentar la problemática, no es suficiente para lograr cambios significativos. El cambio empieza de manera individual, con cambios de hábitos y un consumo consciente.